Al contrario de lo que uno se pueda imaginar, ante la imparable caída de ventas de los diarios de papel desde hace ya más de 14 años, los vendedores de prensa de Madrid y Barcelona bendicen la anunciada llegada del nuevo diario nacional de PRENSA IBÉRICA, con sede madrileña y comandado por Fernando Garea.
“Las ventas de diarios de papel caen desde hace muchos años, pero no por culpa de los quiosqueros, sino por la política de marginación del formato por parte de los editores”, asegura José Marcos, miembro y vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid (AVPPM).
“Agradecemos la llegada de cualquier diario de papel, siempre y cuando apueste por una distribución a través de los quioscos”, prosigue Marcos.
En este sentido, lamenta que los editores de prensa “nos han utilizado durante años para lanzar su producto a la calle pero, luego, nos han dejado de lado”.
Con la pandemia, muchos diarios potenciaron la entrega gratuita y en PDF de su edición en papel, lo que supone, según Marcos, una estocada de muerte para la mayoría de quioscos.
Sólo en Madrid, la entidad ha perdido más de la mitad de asociados, pasando de los 800 con los que contaba en 2007 a los 350 actuales.
“Si no puedes con tu enemigo, únete”
Los quiosqueros son conscientes que contra Internet no se puede batallar e intentan seguir la máxima de “si no puedes con tu enemigo, únete”.
No obstante, se encuentran enfrente a los editores.
“Les hemos propuesto en más de una ocasión poder vender subscripciones del diario y que el cliente, a través del escaneo de un código QR, se pueda llevar una versión en PDF del papel”, expone Marcos.

Pero la realidad es que “los editores han optado por quedarse la tarta entera del negocio, cuando siempre exclaman que miran por nosotros”.
Eso sí, la esperanza nunca se pierde: los quiosqueros de Madrid bendicen la llegada del nuevo diario de PRENSA IBÉRICA siempre que priorice la distribución a través de su red.
Lo cierto es también que menos del 20% de las ventas de los asociados a AVPPM se corresponden con productos editoriales.
Los chicles, los frutos secos, los juguetes, los bolsos o la lotería son los grandes dominadores de la facturación y los que han permitido evitar un cierre masivo de quioscos durante la pandemia.
Porque Marcos cifra en un 80% la caída de la venta de productos editoriales, en gran parte, por la política de marginación de los editores que con tanta vehemencia critica.
El caso de éxito del diari ARA, en Catalunya
“Me parece bien que alguien se arriesgue en lanzar una nueva publicación en papel”, afirma, por su parte, Maxim Frutos, vicepresidente de la Asociación Profesional de Vendedores de Prensa de Barcelona y Provincia (APVPBP).
El quiosquero asegura que cuando se lanzó el diari ARA, en 2012, “todos pensábamos que no funcionaria y ahora, a pesar de no generar unas grandes ventas, dispone de la clientela más joven”.
Cualquier iniciativa es buena si consigue captar a un nicho de mercado desatendido. Incluso con un formato, en papel, que lleva años de descenso continuado en cuanto a consumo y ventas.
“Los diarios de papel no desaparecerán porque todavía gozan de más credibilidad que la televisión o Internet”, exclama Maxim Frutos.
Sobre este aspecto, se refiere al hecho que durante muchos días de la primera ola de la pandemia, las ventas de diarios de papel crecieron notablemente.
Los últimos años han sido muy complicados para la red de vendedores de prensa de Barcelona, con una pérdida del 35% de los quioscos y de la mitad de otros puntos de venta.
En el área metropolitana, los datos son aún peores: un 60% de los kioscos y un 70% del resto de puntos de venta han echado la persiana.
Normativa municipal restrictiva en Barcelona
El principal hándicap con el que operan los quioscos de Barcelona es que la propiedad del espacio es del ayuntamiento.
El pliego de condiciones les obliga a que un 80% del producto expuesto sea de carácter editorial, lo que dificulta todavía más la subsistencia.
“Llevamos años intentando solucionar esta problemática para que nos permitan ampliar la venta a otro tipo de productos, pero de momento, no lo hemos conseguido”, manifiesta Frutos.
Los quiosqueros barceloneses aceptan que el producto informativo o editorial tenga una presencia relevante en sus espacios, pero reclaman la posibilidad de obtener ingresos alternativos para garantizar su supervivencia a medio y largo plazo.
A modo de ejemplo, el vicepresidente de la APVPBP se refiere a la propuesta de una empresa para entregar paquetes a través de los quioscos, una propuesta que no se ha podido llevar a cabo porque la normativa actual lo impide.
Monopolio en la distribución del papel
Por último, el vocal de la Junta Directiva de la Asociación de Vendedores Profesionales de Prensa de Madrid, José Marcos, pone el grito en el cielo por el monopolio que, según su percepción, se va a constituir tras la posible fusión de Boyacá y la Sociedad General Española de Librería (SGEL), pendiente de la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
“Si tan preocupados están los editores por los quioscos, que no dejen distribuir su producto a una empresa como Boyacá, que aplica unas condiciones abusivas, que lo serán todavía más si se fusiona con la Sociedad General Española de Librería”, concluye Marcos.
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